LIFE
Competition
Location: Masnou
Date: 2019
Client: IMPSOL
Architects: Pablo Roel, Eva Sánchez
Castellano/
INSULA1 – El territorio y la ciudad
El proyecto se ubica en el ámbito de la playa d’En Bossa, frente a una avenida que estructura el crecimiento meridional de la ciudad de Ibiza hasta el entorno natural de Sa Sal Rossa. El carácter dominante de la edificación en forma de palazzina –edificios aislados- genera una cierta discontinuidad en el perfil longitudinal de la calle, acentuada por la presencia de –todavía- muchos solares vacíos y algún bloque de gran tamaño que no responde a las directrices dominantes de la trama. Es el caso del hotel ubicado frente al solar del concurso, cuya altura, tamaño y posición, impiden una buena relación de la propuesta con el mar, tanto desde el punto de vista de las brisas marinas como de las vistas.
A pesar de la proximidad a la línea de costa, las condiciones del lugar como el entorno –solar ubicado frente a una arteria urbana importante y un hotel de 8 plantas- y la geometría de la parcela –de forma cuadrada- obligan a pensar una alternativa a una solución enteramente volcada a la costa.
INSULA2 – El bloque
Insulae toma el nombre prestado de los bloques en régimen de alquiler de varios pisos en la antigua Roma, utilizados por los ciudadanos que no podían tener viviendas particulares (domus). Estos volúmenes compactos se resolvían alrededor de un patio y se incorporaban al tejido urbano instalando tiendas y talleres en su planta baja.
La propuesta adopta esta tipología edificatoria para responder, a un tiempo, a las exigencias climáticas del programa como a las necesidades sociales y colectivas de la comunidad. Desde el punto de vista térmico el patio se convierte en un regulador bioclimático del edificio, generando un micro-clima interior que permite la ventilación natural de todas las viviendas. Desde el punto de vista social la incorporación de un espacio central constituye un nuevo espacio exterior controlado de carácter íntimo.
En el exterior, una zona arbolada protege el edificio del asoleamiento estival al tiempo que resuelve el acceso rodado de la parcela. La interrupción de esta franja verde perimetral libera una plaza pública presidida por dos olivos que configura la entrada peatonal del conjunto.
En el interior, una serie de locales situados alrededor del patio concentra las actividades productivas de la comunidad, confiriendo al atrio un carácter semi-público que se sitúa entre el espacio público de la ciudad y el espacio privado doméstico.
En los niveles superiores, una pasarela rodea el patio central dando acceso a siete viviendas por planta. El obligado retranqueo del ático reduce a tres el número de viviendas (adaptadas) y libera un último espacio productivo para la comunidad con posibilidad de instalar pequeños huertos y un solárium con vistas al mar en el extremo sureste de la terraza.
A pesar de la posición perimetral de las viviendas se puede considerar que todos los salones se abren al sur: 17 (71%) lo hacen desde el exterior y 7 (29%) desde del patio.
INSULA3 – La vivienda
La tipología residencial toma como referencia la organización de la casa rural ibicenca, hábitat aislado y autosuficiente situado de forma dispersa en el territorio, que se compone de módulos cuadrangulares articulados alrededor de un espacio rectangular: la sala principal o porxo.
Los espacios servidos (comedor, salón y dormitorios) se disponen siguiendo la directriz de ejes diagonales que marcan una gradación de privacidad de las estancias, del más público (comedor) hasta el más privado (dormitorio).
Los espacios servidores (cocina, baños y aseos/almacenes) se disponen alrededor de la sala principal en forma de burladero, abriendo pasos secundarios tangentes a las franjas de almacenamiento, que se ubican en las medianeras de las viviendas para mejorar su aislamiento acústico. La concentración de estos espacios técnicos en franjas permite incorporar el paso vertical de todas las instalaciones, convirtiendo estos muros gruesos en el soporte (Habraken) de la casa.
La casa rural tenía la capacidad de crecer añadiendo módulos en función de las necesidades familiares. En Insulae todas las tipologías responden a un mismo patrón, variando el tamaño de la vivienda en función del número de dormitorios. Todos son del mismo tamaño, eliminando cualquier tipo de jerarquía social, dispuestos en la última banda perimetral del edificio asociados a las terrazas de las viviendas.
Desde el punto de vista climático la reducción del número de huecos aumenta la compacidad exterior del edificio.
Este hueco, resuelto en forma de terraza, pasa a ser un espacio de transición entre el interior de la vivienda y el exterior, capaz de regular la entrada de luz y calor con la incorporación de dos elementos móviles: una ventana de vidrio y una persiana que corren por el exterior de la fachada.
En verano la persiana protege la terraza de la radiación solar y en invierno la ventana genera un espacio de temperatura intermedia capaz de captar la radiación solar a modo de invernadero.